martes, 19 de febrero de 2019

fraseología de temerarios ||

(cabe la aclaración: este turbado y modesto escrito se desprende del texto de abajo. las mayúsculas que faltan se deben a un teclado indómito)


Estuvo todo el día meciéndose  en el aire la palabra perspectiva -y lo cierto es que cuando este fenómeno acontecía y el capturaba un símbolo semejante a alguna sensación que le resonaba por dentro-, casi como una premonición,  volvía a perderse en un sinfín de analogías. En su afán por entender su significado articulaba una enorme cadena  de significantes. otra vez se veía envuelto en el infinito e inagotable orbe de las palabras.

De nuevo comenzaba  a pensar en las cualidades que compartían entre sí, volvía a evocar a Silvia
- cuando pensaba en ella como la luna-, porque sí, era cierto que ella y la luna  compartían muchas atributos, casi parecían de la misma naturaleza. él la observaba etérea y silenciosa, aunque cuando se animaba a pedirle un poquito de café, en silvia afloraban otras singularidades. se convertía en otra cosa y ya no era como la luna. 

Volvía a su casa reptiéndose que no debía poetizar tanto a la luna, ni tanto a Silvia.

Entonces estaban todas aquellas expresiones similares, con todo aquello las  que unía, y todo lo que las separaba…casi como en el amor. fue un poco más allá…pensó….quizás todas aquellas pequeñas desemejanzas que se desprenden de muchas similitudes pueden describir otras emociones camufladas.

Comenzó su incansable pesquisa de sinónimos…de perspectiva encontró enfoque, de enfoque se desprendían palabras como rumbo, sentido, aproximación. de aproximación, acercamiento, unión,  posibilidad. de posibilidad, contingencia, oportunidad, vertiente.

De vertiente..encontró horizonte, eso lo dejo un poco adelantado en el tiempo, y era demasiado melancólico para correr tan lejos. 

Se quedó  al final..con prisma, pero harto de estar sumido en la abstracción materializo el vocablo.
es así para  agarrar un prisma con la mano tuvo que entenderlo como un.cristal transparente que descompone la luz en sus colores básicos.

casi como un cadáver exquisito expedido del mismísimo cosmos del lenguaje inerte, el escribió en un papelito: somos trashumantes en busca de perspectiva , nos fragmentamos para ser.

Supo que posiblemente  eso se parecía mucho a lo que había estado haciendo toda su vida, rastreando  aquellos colores elementales de la lengua como argumento irrefutable de su propia existencia. 

Tentado por la pasión que lo convocaba decidió buscar un sinónimo de refracción, aunque aterrorizado por su posible final, se disolvió en la mezcla.