lunes, 8 de diciembre de 2014

Que vanidad imaginar...

Hola mi amor
yo podría vivir en tu abrazo,
todo ese mundo que nos aleja
es el mismo que nos une en el espanto
pero mi amor
yo podría encontrar en tu abrazo un cierto vigor para mi existencia
para permanecer,
ser franca y decirte
que ayer dejé el jugo afuera de la heladera una hora,
que no tendí la cama,
ni te lave los platos de la noche anterior,
que tire al suelo el ventilador tres veces,
y que se me cayo el azúcar en la mesada...el frasco entero...
pero que también te tapé cuando dormías,
que cerré un poquito la persiana para que no entre el agua (aunque quizás no lo suficiente)
que puse voluntad para que las tostadas no se quemaran
y que te presté mucha atención cuando leías el libro, ese que espero terminemos juntos
por estas cosas, las de todos los días
yo podría vivir en tu abrazo
aunque prefiero no hacerlo, aunque prefiera quererte con violenta prescindencia del mañana
quererte y perjudicarte al mismo tiempo
porque esa es mi verdad
no la de los espejismos que se esconden en el interminable e insufrible serpenteo del pensamiento.
Esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía,

todo eso es tan poco
y yo lo quiero de vos.

Todo ese mundo que nos aleja
es el que nos une en el espanto
por eso es que no quiero vivir en tu abrazo, aunque podría hacerlo
prefiero sostenerte la mano con frescura y fortaleza
Asì la tomo y la sostengo,
como si de ello dependiera
muchísimo del mundo.


....y todo eso es tan poco
yo lo quiero de vos porque te quiero.